9.20.2010

Tegucigalpa y Motevideo (1862)- Alta tensión.

Y después de Tegucigalpa, campo... Casi todo campo hasta Korn. Campo y los cables de alta tensión, y el sonido que emiten, la posibilidad de una descarga. Son como una barrera, la frontera. Aquí termina el mundo. O comienza. Es difícil definir. Como un campo magnético que no deja que la civilización progrese. Esos mismo cables que abastecen a la población, la frenan. Esas estructuras de hierro son como Centinelas, unos electro robots, abrazados, zumbando, pero inmóviles. Como si fueran los árboles del futuro. Árboles que tirarán sus frutos con carteles de "PELIGRO ALTA TENSIÓN " y lo tentarán al ser humano a quedarse pegado... luego seco.